Trailer Tinta Sangre
La ciudad es un organismo vivo. Las calles son grandes venas en las que los personajes, al igual que la sangre, fluyen por diferentes caminos. Su vida coexiste en diferentes espacios. Cada historia está marcada por un barrio y un entorno. Así, aunque todos pertenecen a un mismo lugar, cada uno habita una ciudad distinta. Cuando dos personajes se chocan hay una especie de corto circuito, pues dos caminos se entrelazan. Al principio fluyen en armonía y trazan juntos una misma ruta, pero después, su encuentro genera una incompatibilidad y el flujo colapsa provocando una especie de reacción en cadena que contamina de a poco al organismo de este gran ser.
Los límites del amor y la enfermedad se confunden en Tinta Sangre, pues al enamorarse, los personajes se enferman, y aunque esto es un misterio, también puede ser cómico. Si bien la historia es una metáfora de las relaciones humanas, también habla de un problema social, en el que la ciudad, al igual que las personas, se corrompe de a poco. Los personajes son un espejo de la sociedad Quiteña. Cada uno representa una manera de ser en la que se revelan hipocresías y neurosis, a pesar de esto, esconden una belleza inexplicable que sólo es posible en el terreno del misterio, del misterio humano.